Barcelona es de las ciudades más turísticas que se pueden visitar en el viejo continente. Tiene sol, playa, gente entusiasmada por disfrutar la vida… y según qué cosas hagas en esta ciudad la podrás disfrutar mucho más.
Sol y conducción de lujo
Ahora ya que se acerca el verano y con él el calor, nos propusimos pasar un día de lujo por Barcelona experimentando todas sus excelencias.
Lo primero que hicimos fue ir al puerto de Barcelona, situado en el Port Vell, donde teníamos reservado un crucero en velero por la costa de Barcelona. El día nos acompañaba y desde la cubierta del velero notábamos la brisa marina y los 27 grados que nos acompañaban a partes iguales.
El velero nos llevó por la costa de Barcelona, fueron 3 horas donde disfrutamos del mar, parando en medio del Mediterráneo para bañarnos. Una de las mejores experiencias vividas durante estos dos días.
Cuando volvimos a tierra firme, cogimos el Ferrari de Divinity Cars y nos fuimos hasta Sitges para disfrutar de unos de los mejores restaurantes de la comarca del Garraf, con unas vistas al mar increíbles y el trato que tuvimos fue . No nos quedamos únicamente con la comida, nos ofrecieron tomar un mojito en una cala reservada, donde el agua llegaba a tocarte los pies y sentías una relajación máxima.
El día estaba siendo chill-out total, pero aun podíamos pedir más. Volvímos a coger el Ferrari, que ya lo echabamos de menos, y nos desplazamos hasta un centro de masajes que está situado en la diagonal de Barcelona. Nos dimos un masaje que nos dejó como nuevo. No soy mucho de ir a centros de masaje, pero sin duda, repetiría.
Llegaba la hora de devolver nuestro Ferrari California T, le habíamos cogido mucho cariño. Fue un día de magníficas sensaciones, donde comimos bien, nos lo pasamos mejor y que seguro que se repetirá.