LA LIBERTAD TRAS EL VOLANTE
Imagina que hoy disfrutas conduciendo ese Ferrari que atrae todas las miradas de quienes pasean por la ciudad, o que pones tus manos al volante de un flamante Lamborghini sintiendo el placer que causa pasearse con uno de estos por Barcelona. O, ¿porqué no? Un clásico Rolls Royce de belleza inigualable, que te hace sentir la piel de gallina al subirte a él teletransportándote a otra época, directo a tu destino de ensueño en una de las ciudades más cosmopolitas y glamurosas del mundo.
Barcelona es mágica. Tu coche y la experiencia de conducirlo también debe serlo. Si eres de esos que se emocionan sólo al escuchar el rugir de un buen motor, lo sabrás tan bien como nosotros, que vivimos “por y para ello”, que nos estremecemos al sentir la libertad tras el volante. Y es que tu lugar – y el nuestro también – está ahí, tras él. Podría conducir otro por ti, pero es que tú disfrutas desde el instante número 1 en el que te subes y pisas el acelerador. Ya sea por el placer de conducir un automóvil de lujo con las mejores prestaciones, o porque sientes que ese coche encaja con tu esencia a la perfección.